Por su interés, reproducimos íntegro un comunicado de unas fuentes que nos hablan de las relaciones del pseudoempresario Bernardo Moragues con el socialismo valenciano:
"Hola amigos.
Todo el mundo sabe que el pseudoempresario Bernardo Moragues sacó hace unos meses el semanario Noticias 7 días y el mensual Actualidad 3. Detrás de su línea editorial (próxima a la extrema izquierda) se rumoreaba que podría estar en las sombras el PSPV, apoyando financieramente el proyecto. ¿Qué hay de cierto?
El gordo hablaba por doquier del senador Joan Lerma, el diputado Toni Such y el vicepresidente de Bancaja Pepe Cataluña. Eso no es ninguna novedad; como Bernardo Moragues no tiene absolutamente ningún crédito en el periodismo valenciano, ha de mencionar los nombres de políticos relevantes para que sus empleados caigan en la trampa y puedan confiar en el estafador. De hecho, lleva años empleando el nombre de Joan Lerma como arma para perpetrar sus estafas. Esta vez fue aún más lejos y dijo que Actualidad 3 y Noticias 7 días contaban con la bendición del secretario de organización y coordinación del PSOE, José Blanco.
La verdad sea dicha es que Moragues tenía una relación a medias con los socialistas. Éstos, antes de empezar, le prometieron al gordo el oro y el moro, con lo que el pseudoempresario se lanzó al ruedo mediático. Sin embargo, después faltaron a su palabra y no le apoyaron suficientemente. Es algo muy típico de todos los políticos en general... decir que sí a todo y luego olvidar lo prometido. Toda Valencia estaba convencida de que tras estas publicaciones estaba la mano alargada de los socialistas pero nunca llegó el apoyo del PSPV, ni en forma de dinero ni de publicidad.
El gordo trató de ganarse el dinero de los sociatas con todo tipo de artimañas. Primero, yendo a llorar cada dos por tres a Pepe Cataluña para que soltara la pasta. Después, dando máximo protagonismo a los socialistas (Joan Lerma y el ministro Jordi Sevilla pasaron a ser la portada del número 2 y 3 de Actualidad 3 cuando la idea original era que siempre saliera en portada una tía buena, como en el primer número). La picaresca de Moragues era la siguiente: "Le hacemos la pelota al máximo a los socialistas y así conseguiremos que ellos suelten la pasta". El muy cabrón quería hacer una revista pero que fueran otros los que se la pagaran. ¡Así cualquiera es empresario!
Los sociatas no mordieron el anzuelo. Conocen de sobra la mala fama del estafador y sabían que tarde o temprano el proyecto estallaría y la mierda les acabaría salpicando. Así que no le ofrecieron casi nada salvo buenas palabras. Tan sólo hubo apoyos testimoniales, como el del alcalde de Gandía, el socialista José Manuel Orengo, que sí puso publicidad del ayuntamiento. Según cuentan, podría ser también que Bancaja (vicepresidida por Pepe Cataluña) le hubiera concedido un préstamo inicial a Moragues para comenzar su andadura. Por su parte, la coordinadora de Esquerra Unida, Glòria Marcos, y el secretario general del Bloc, Enric Morera, también fueron reclamados para apoyar las nuevas publicaciones, por ejemplo comprándolas en los ayuntamientos donde sus respectivos partidos tienen la llave del gobierno.
Pero estos apoyos testimoniales no eran suficientes. La inyección de pasta no llegaba y Moragues sólo tenía dinero para mantener el chiringuito durante 3 meses. Así es que se jugó una última baza, un último farol. Dijo que el PP se había puesto en contacto con él (concretamente el conseller Rafael Blasco y el portavoz del PP Serafín Castellano) y que los populares le habían ofrecido entre 40.000 y 60.000 euros mensuales para que las publicaciones fueran menos izquierdistas y emprendieran un giro hacía eso que ahora llaman centro. Esto es, que se moderaran y criticaran menos al PP.
Al final sólo resulto ser otra de sus tantas mentiras para presionar al PSPV para que soltara la pasta. "Como no me ayudéis económicamente, tendré que aceptar la oferta del PP". Los socialistas no accedieron al chantaje, y el gordo, desesperado, contrató a un comercial para que le consiguiera urgentísimamente publicidad para mantener a flote Actualidad 3 (Noticias 7 días lo daba por desahuciado). Corría el mes de febrero de 2007. Ya era demasiado tarde.
Moragues, como siempre, ya se había hundido en la mierda. Y con él, a todos sus trabajadores".
Sigan atentos a sus pantallas. No se pierdan el próximo capítulo.
8 comentarios:
Jajajaja esto se pone caliente... Ya parece un culebrón latinoamericano. Cada capítulo supera en emoción e intriga al anterior.
PSOE, EU, Bloc, PP... ¡Puf! ¡Coge el paraguas que llueve mierda! jajaja
11 de mayo a las 0 horas.
Comienza la campaña electoral... También en Todos contra Moragues.
Agua para todos no podemos prometer pero hostias para todos sí que habrá.
Además de los habituales nombres de socialistas que emplea Moragues (Cataluña, Lerma, Orengo, Blanco, Asunción, Pla, Císcar,...), podemos añadir de los de miembros del PP que el sinvergüenza cita habitualmente como "molt amics meus" (Zaplana, Rus, Camps, Cotino, Giner, Blasco, Císcar) y de los que sí puedo dar fe que durante años han colaborado con el estafador y al que han financiado con dinero público desde las instituciones en donde se encuentran.
Fui director de Express en todas sus ediciones y casi la única publicidad que teníamos era del PP como partido y de la Generalitat y sus consellerias. Dinero de campañas publicitarias que fue a la saca de Moragues y que jamás vimos en forma de nóminas sus trabajadores.
Ya véis que hay para el PSPV y también (o más) para el PP. Comienza la campaña.
O sea, que según parece Moragues negociaba a dos bandas... Por un lado trataba de sacarle la pasta al PSPV para financiar sus revistas y al mismo tiempo trataba de hacer lo propio con el PP. Entre 40.000 y 60.000 euros al mes.
Al final, parece que le han dado la espalda los unos y los otros.
Este artículo tiene muchísimo jugo. Enhorabuena.
Gracias. Le transmitiremos la enhorabuena de tu parte a los confidentes que nos han remitido el artículo. Saludos.
A mí me parece que el PSPV sí que ha estado implicado en los pufos de Noticias 7 y Actualidad 3. Aunque no sé hasta qué punto. Posiblemente en un principio sí lo estuvieron y luego se echaron para atrás.
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